Sánchez caerá. Antes o después terminará cayendo. Lo contrario significaría que la deriva totalitaria, autoritaria y fascistizante del PSOE triunfó y que el proceso de ‘venezuelización’ fue completado con éxito. No lo van a lograr. Y no porque no quieran. Tampoco porque conservemos algo de fe en que, desde dentro del PSOE, surja un brote de dignidad, de valentía o de vergüenza que frene este delirio. Ya ha quedado claro que el PSOE es hoy un partido abiertamente contrario al Estado de derecho -es duro escribirlo- y que se sitúa en los márgenes de la democracia. Y, por ello, es irrecuperable: hay lugares de los que no se vuelve.

(Este es el primer párrafo de un texto que se publicó originalmente en ABC el 27 de noviembre de 2023. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí).