En Valladolid todo resulta una incógnita. Este sábado se celebra la gala de los Goya y el hermetismo por parte de la Academia es total. Lo único seguro es la lluvia, una lluvia grisácea y vieja perfecta para destruir peinados y expectativas. Y el viento, un viento de carnaval castellano, que es, quizá, el padre de todos los oxímoron y que no viene de una dirección sino de todas, como dentro de una peluquería de señoras de Tarifa. Seguramente uno de los días más desapacibles del año y, sin duda, el ambiente perfecto para organizar el evento cultural estrella del país en un aire deNouvelle Vague.

(Este es el primer párrafo de un texto que se publicó originalmente en ABC el 10 febrero de 2024. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí).