Hablamos como si no pasara nada, como si el día menos pensado fuéramos a encontrarnos con él por la calle de la Palma, como si el mundo sin Antonio fuera lo mismo, como si aquel chico solitario y triste hubiera sido uno más y no ese gigante que te emocionaba sin gritarte y que llegaba a tonos imposibles porque no le salían de la garganta sino de un corazón a punto de quebrarse. Antonio te paralizaba con miradas profundas porque era muy especial. 

(Este es el primer párrafo de un texto que se publicó originalmente en ABC el 12 de mayo de 2024. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).