
El día que el PSOE se echó en manos de partidos comunistas y populistas, vendió su alma. En asuntos de traición no existe la venta a plazos y, cuando te dejas de respetar, lo haces para siempre. No hay marcha atrás porque el alma es como la virginidad: solo se pierde una vez. Cuando un día te das cuenta, el remordimiento te sacude por dentro y la querencia te hace querer volver al punto de partida. Miras entonces hacia atrás como se mira la foto de uno mismo en brazos de su madre. Y comprendes que ya es tarde para eso, que solo hay segundos que se suceden y que ya hemos partido. Para protegerte intentas convencerte a ti mismo de que lo que has hecho es normal y que tampoco es para tanto. Y, de modo inconsciente, intentas corromper a tu entorno para que tu vulgaridad se diluya, como esos cocainómanos que acaban relacionándose solo entre ellos para no enfrentarse al reproche que surge de una nariz limpia.
(Este es el primer párrafo de un texto que se publicó originalmente en ABC el 15 de junio de 2024. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).