
Resulta triste tener que recordar que quienes pagan impuestos son las personas y las empresas y no los territorios. Los territorios no pagan impuestos del mismo modo que las lenguas no tienen derechos, otro mantra repetido hasta la náusea. Los derechos son de las personas, que son las que hablan los idiomas y las que pagan los impuestos. Si en un territorio hay más personas y más ricas que en otro, resulta lógico pensar que allí se recaudarán más impuestos. Afirmar como afirma Illa que Cataluña no puede ser la tercera en aportar y la catorce en recibir implica sostener algo tan extraño como que Amancio Ortega, que será el español que más impuestos pague, debería ser también el que más reciba. Resulta interesante esa novedosa financiación regresiva que, llevada al límite llevaría a los más humildes a la esclavitud. Curioso marxismo inverso.
(Este es el primer párrafo de un texto que se publicó originalmente en ABC el 17 de junio de 2024. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).