Pocas veces en la vida confluyen oportunidad y conveniencia. Por lo general sabes lo que tienes que hacer, pero no puedes hacerlo. O al revés, tienes la capacidad de elegir el camino, pero no el talento para distinguir cual es el bueno. Por eso, cuando llegan esos escasos momentos en los que todo encaja, se perciben con nitidez. No llegan con campanas repicando, ni con sonidos de trompetas ni los jilgueros te despiertan con un manual de instrucciones en el pico. Pero llegan.

(Este es el primer párrafo de un texto que se publicó originalmente en ABC el 13 de julio de 2024. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).