
Lo primero que pensé fue coger el pasaporte, el chubasquero de cuando la decimoquinta e irme para Barajas con el retrato de Blas de Lezo bajo el brazo. Pero -‘mondo cane’- las obligaciones mandan más que las pasiones y el presupuesto hizo el resto. Así que me tuve que conformar con verlo desde la distancia: en medio del Támesis, el Galeón Andalucía, una réplica exacta del original del siglo XVII, con sus quinientas toneladas y su bandera de España en lo alto del mástil, pasando por debajo -en realidad, por el medio- de Tower Bridge, en el corazón del Reino Unido, a escasos metros de la Torre de Londres, la gran fortaleza histórica de la Monarquía inglesa vinculada a los Plantagenet, los Tudor y los Estuardo. Vamos, a aquellos con los que hemos estado enfrentados siempre. Lo vi, digo, desde el teléfono de mi amigo Carlos Gonzalo Pitarch, al que supliqué que se acercara para contármelo y que, como el Señor Lobo, de ‘Pulp Fiction’, estaba a dos horas, pero llegó en media.
(Este es el primer párrafo de un texto que se publicó originalmente en ABC el 5 de octubre de 2024. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).