No es sencillo, la verdad. Aunque a primera vista pueda parecer fácil, la realidad es que debe resultar complicado hacer como que no pasa nada y seguir por la vida con esa cara de no haber roto un plato, de guardar en un tarro las esencias de la democracia y de haberse afeitado esta mañana en medio de un frescor como de amanecer en el Prepirineo. En la bancada azul del gobierno y en los escaños del grupo socialista todo es alegría, todo es primavera, se diría que la vida los sonríe, como en un anuncio de compresas. Si un extraterrestre aterrizara en el hemiciclo no encontraría ningún signo externo de que en el PSOE están hasta el cuello de corrupción, de que Aldama, Koldo o Ábalos son de los suyos; y Cerdán, y el jefe de gabinete de Montero y el equipo de Óscar López. De que la UCO da veracidad a la entrega de dinero a Ferraz por parte de Carmen Pano, de que el fiscal general del Estado esté imputado, y el hermano del propio presidente. Peor aún: nadie podría sospechar que, en esos momentos, la esposa de Sánchez estaba a punto de entrar en los juzgados de Plaza de Castilla para prestar declaración tras haber sido acusada de hasta cuatro delitos.

(Este es el primer párrafo de un texto que se publicó originalmente en ABC el 19 de diciembre de 2024. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).