
Le faltó cantar la de Bebe: «Malo, malo, malo eres». O esa de Académica Palanca: «Me llaman mala persona». Yolanda Díaz acusa al ministro Carlos Cuerpo de ser (casi) una mala persona por negarse a reducir la jornada laboral, es decir, por negarse a reducir la productividad española por decreto y condenar a millones de pymes al cierre. Y yo la comprendo, la verdad. ¿A quién se le ocurre obligar a la gente a trabajar pudiendo obligar al empresario a regalarles su dinero, vamos a ver? Eso es de mala gente. Yo lo he dado una vuelta y he llegado a la conclusión de que en su cabecita ferrolana el mundo es así, algo maniqueo, tontorrón y cruel como una canción de Enya, un lugar en el que es malo todo aquel que no piense como ella. Es decir, todo aquel que piense.
(Este es el primer párrafo de un texto que se publicó originalmente en ABC el 5 enero de 2025. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).