El 6 de junio de 1944, unos sesenta mil soldados norteamericanos salieron de los puertos de Portsmouth, Plymouth y Southampton en dirección a las playas de Normandía. Fueron transportados en buques por el Canal de la Mancha, de ahí a las lanchas de desembarco y el resto ya lo saben. Se estima que unos diez mil hombres perdieron la vida luchando contra el nazismo y liberando a Europa de un horror de consecuencias incalculables. Desde entonces, Europa no mira a Estados Unidos como un padre a su hijo sino como un hijo a su padre. Nos salvaron y la deuda es eterna. Si no hubiera sido por ellos, no habríamos tenido paz, libertad ni progreso, sino nazismo, guerra y miseria. Ochenta años después, Trump desprecia la memoria de aquellos hombres apoyando al partido filonazi Alternativa por Alemania y entrando de lleno en la campaña electoral de un país aliado con el objetivo de repartirse el mundo en una nueva Guerra Fría y de hacerse con el control de Europa, empezando por Alemania. «First we take Manhattan, then we take Berlin», que decía Leonard Cohen.

(Este párrafo forma parte de un texto que se publicó originalmente en ABC el 17 de febrero de 2025. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).