
En los últimos presupuestos, León recibió uno de cada cuatro euros de la inversión provincializada de la Junta. Es casi el doble de lo que recibe Valladolid, pese a tener la capital un 20% más de población. Pese a todo, se sienten maltratados y creen que en una autonomía uniprovincial les iría mejor. Esto no se sostiene, por supuesto. Pese a lo que fue en los tiempos buenos de la minería, hoy León es una provincia objetivamente pobre que recibe más de lo que aporta. Ellos vinculan la decadencia a la existencia de la comunidad porque coincide en el tiempo, pero no hay nada que indique que las causas macroeconómicas que soportan ese declive tengan nada que ver con que la sede de las instituciones de Castilla y León se sitúe en Valladolid. Hay una diferencia entre correlación y causalidad y la realidad es que las provincias limítrofes con Portugal y la antigua Ruta de la Plata comparten el mismo problema y eso tiene poco que ver con nosotros. Si León tuviera un presupuesto que incluyera exclusivamente lo suyo, saldrían perdiendo. El PIB per cápita de Castilla (sin León-Zamora-Salamanca) sería de 29.700 euros. El de León (sin ‘Castilla’) 24.300 euros. En una eventual separación, Castilla se vería muy beneficiada, convirtiéndose la quinta comunidad en PIB per cápita tras Aragón y por delante de Baleares. León sería la catorce. Así que no es que Castilla se aproveche de León sino más bien al contrario: es León quien recibe más de lo que le correspondería porque lo extrae del resto de la comunidad.
(Este párrafo forma parte de un texto que se publicó originalmente en El Norte de Castilla el 28 de febrero de 2025. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).