Dice Rafa Latorre que la relación que hay entre patriotismo y nacionalismo es la que hay entre apéndice y apendicitis. Sucede algo similar entre tradición y tradicionalismo. El tradicionalismo es una inflamación de la tradición, una hinchazón mórbida que la vulgariza, como la gaseosa al vino, como el sentimentalismo al sentimiento y como el progresismo al progreso. Yo respeto la tradición, cada vez más. Pero estoy cansado del tradicionalismo, esta obsesión de los jóvenes por reinterpretarlo todo y por decir a sus mayores que no tienen ni idea y que la dictadura, la autarquía y la pobreza estaban genial porque se compraban pisos con facilidad. El neotradicionalismo –oxímoron– es la nueva turra ‘woke’.

(Este párrafo forma parte de un texto que se publicó originalmente en ABC el 12 de abril de 2025. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).