
Escribir desde las fortalezas está bien. Escribir desde las debilidades está mejor. Y es más honesto. Aprovechar una oportunidad usando un punto fuerte está bien, es de deportistas colocar el cuerpo para el drive, hacer que el balón le llegue a tu pierna buena, dar la última bola al que mejor lanza. Pero llegar a esa oportunidad renunciando a las ventajas está mejor. Y es más artista. Nada tan honrado como despojarte de todas tus habilidades -de todos tus automatismos- para llegar a la pureza; nada tan sincero como poner al servicio de la ocasión solo tus puntos débiles; nada tan digno como acudir al encuentro desnudo, sin armas y ofreciendo a la vida el medio pecho, para que el toro pase por donde tiene que pasar sabiendo que es probable que no lo haga. Y que en un rato estés muerto.
(Este párrafo forma parte de un texto que se publicó originalmente en ABC el 13 de abril de 2025. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).