
Cuando entras en la Curia General de la Compañía de Jesús te encuentras una estatua de Ignacio de Loyola, en cuyo pedestal se puede leer: «Ite Inflammate Omnia», que quiere decir: «Marchad y quemadlo todo». O mejor: «Salid e incendiad el mundo». En palabras de Francisco: «Formad lío». No es piromanía, sino parte esencial del carisma de la Compañía, que Francisco interpretó aludiendo a esa Iglesia ‘en salida’. A mí no me sorprende la frase porque hablo ignaciano, que es un idioma compartido por millones de personas formadas por Jesuitas, desde los niños de un colegio en India hasta los alumnos de la Universidad de Georgetown. La Compañía de Jesús es la organización que a más gente educa hoy en el mundo, solo superada por el gobierno chino. Quizá por eso habla poco. Sobre todo, en estos días. Y sobre todo en Roma. Por eso tiente tanto valor haber logrado entrar en la Curia General en la víspera del funeral de Francisco.
(Este párrafo forma parte de un texto que se publicó originalmente en ABC el 26 de abril de 2025. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).