Cuando comencé a trabajar en aquel hotel de Londres, me hicieron una ficha con el nombre, la edad, etc. Cuando llegué a la parte de «raza» marqué la casilla en la que ponía «blanco», pero aquellas chicas lo tacharon y, mascando chicle, pusieron por mí la equis de «hispano». Hasta ese momento jamás pensé que yo no fuera blanco, pero me lo aclararon rápido: «Blancos somos nosotros. Tú no». No creo que se refirieran solo al color de piel, la cosa iba más allá y apuntaba a lo cultural. Ya puedes ser albino, que, si has nacido en España, no eres blanco. Porque lo que quieren decir es que no eres como ellos. Y, por supuesto, no conozco a nadie que cuando reivindique ser diferente a ti esté reivindicando ser inferior. Así que la casilla «blanco», era, en realidad, la casilla de: «Nosotros, los superiores».

(Este párrafo forma parte de un texto que se publicó originalmente en ABC el 14 de julio de 2025. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).