La iglesia del barrio, el bar de abajo, el mercado de la esquina: la vida es una sucesión de círculos concéntricos. Solo si estás construido en lo próximo puedes crecer en lo lejano. Pero ese es el orden: tu familia, tus amigos, tu entorno. Y luego, lo demás. Está muy bien preocuparse por los niños palestinos y por los ‘influencers’ de Kansas City, pero está mucho mejor llamar a tu madre, ir a ver a la abuela y regodearte en la experiencia sensorial real, es decir, la que captas por los sentidos. 

(Este párrafo forma parte de un texto que se publicó originalmente en ABC el 13 de septiembre de 2025. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).