
Los matices. Ah, los matices. Tan difícil resultaba apoyar las declaraciones de Núñez en Baleares como disentir de las de Feijóo en Murcia. Vuelve esa idea de Heráclito de que un hombre no puede sumergirse dos veces en el mismo río, porque ni es el mismo río ni es el mismo hombre. Feijóo vino ayer a confirmar que todo fluye y que no se pueden hacer las mismas declaraciones sobre la inmigración en el mismo mar. Porque el Mediterráneo de Baleares no es el de Murcia. Ni es lo mismo Núñez que Feijóo. Si en Baleares patinaba estrepitosamente al improvisar, en Murcia le ha bastado con leer para arreglarlo. Si en Formentera Núñez pidió priorizar la inmigración hispana sobre la africana, en Murcia, Feijóo prefirió no hacer referencia alguna a ese tema, sabedor de la metedura de pata. Pero en el documento firmado aparecen los matices: parece que no pretenden sexar inmigrantes de cara al permiso de residencia sino primar a Hispanoamérica en cuanto al proceso de adquisición de nacionalidad. Puede parecer lo mismo, pero no lo es. Lo primero desvincula la residencia del individuo de su comportamiento para fiarlo todo a su raza, credo u origen. Es decir, algo aberrante. Lo segundo se limita a reconocer los especiales lazos con América para flexibilizar los requisitos de esos ciudadanos en el proceso de adquisición de la nacionalidad. Lo primero era racista y no cabía en nuestro sistema legal. Lo segundo solo implica apalancarse en el artículo 22 del Código Civil. Por mucho que una gran parte de esos hispanoamericanos profesen otra religión, por cierto. Cabe recordar que nada tienen que ver las sectas evangélicas con la religión católica. Gracias a Dios.
(Este párrafo forma parte de un texto que se publicó originalmente en ABC el 29 de septiembre de 2025. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).