
Si preguntamos a cien personas qué es la patria obtendremos cien versiones diferentes, cada una con sus mitos, su paleta de colores y sus vírgenes de barrio. Y si no somos capaces de definir algo, como para morir por ello. Al morir por la patria, uno creerá estar muriendo por Larra y el otro por Fernando VII, e imagínense qué lío, un frente en el que el capellán va dando la extremaunción por bloques. Sin embargo, yo sí que sé lo que es un estado democrático y de derecho que se llama España. Y lo sé porque está escrito, votado y sancionado. Por ese motivo entiendo cuáles son sus valores superiores, aquellos sobre los que se ha asentado un orden político, jurídico y moral. Así que cuando hablo de España, hablo de algo serio, no de sentimientos subjetivos como la carpeta de un adolescente. Como Carl Schmitt, «definidme como queráis, menos como romántico». Y por seguir citando a personajes siniestros, esto de Charles Manson: «Yo comprendo los procedimientos, la guerra, las leyes y la regulación. Lo que no comprendo es ‘Lo siento’».
(Este párrafo forma parte de un texto que se publicó originalmente en ABC el 27 de octubre de 2025. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).