Al delirio de la izquierda en la Segunda República le sucedió el del nacionalcatolicismo. Y a ese, el felipisimo. Al felipismo, el aznarismo. Al aznarismo,Zapatero, la máquina más perfecta jamás diseñada para crear votantes de derechas, que nos trajo a Rajoy. Y tras él, Sánchez. A la locura ‘woke’ le está sucediendo una ola reaccionaria y neotradicionalista –posible oxímoron–, y al autoritarismo sanchista le sucede el autoritarismo de la extrema derecha. Es el péndulo de siempre, la acción y la reacción, la tercera ley de Newton. Solo que esta vez los ciclos se acortan y al hartazgo ‘woke’ se le empieza a unir un hartazgo paralelo a la reacción consecuente. No ha terminado de llegar y ya se percibe el cansancio; no se ha acomodado del todo y ya no podemos más; apenas ha enseñado la patita y ya estamos pidiendo la hora.

(Este párrafo forma parte de un texto que se publicó originalmente en ABC el 3 de noviembre de 2025. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).