Lo mejor es titular la crónica con la única frase que no llegamos a oír y que, por supuesto, es la única que importa. Fue la que debió pronunciar Feijóo para rematar su intervención en la sesión de control, tras haber preguntado al presidente Sánchez. Pero se trastabilló y se le acabó el tiempo en el peor momento. Por lo que la cosa terminó sonando así: «Se va a rodar algún día una serie de televisión sobre sus años de presidente. Y se titulará ‘Anotop’… Perdón». Y ya, en silencio, con el micrófono desconectado como si también fuera funcionario, lo vimos balbucear unas palabras, a lo lejos, como las señoras de mi barrio en misa de doce. 

Parecía evidente que quería hacer un juego de palabras con la reciente ‘Anatomía de un instante’, de Javier Cercas. Así que supuse -más tarde pude confirmar que acertaba- que la frase oculta era ‘Anatomía de un farsante’. Que, la verdad, está bien traído. La otra opción era ‘Anatomía de Grey’. Que también podía ser, pero no por la doctora Meredith Grey sino por la grey, el rebaño, la manada socialista que aplaudía lanarmente a otro doctor, en este caso de apellido Sánchez, tras haber afirmado, sin sonrojarse, que «entre la verdad y la mentira, este Gobierno va a estar siempre con la verdad». No es que aplaudieran los diputados, es que se rompían las manos; no es que gritaran, es que aquello sonó como un gol en el 94. La escena recordaba a una yunta de bueyes, esos que la hermandad de Gines lleva al Rocío y a los que obliga a arrodillarse de vuelta a casa. 

(Este párrafo forma parte de un texto que se publicó originalmente en ABC el 27 de noviembre de 2025. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).