
Querido Nickie: lamento que la gripe te haya dejado así. No sé cómo funcionan estas cosas en Sheffield, pero yo estuve enfermo en Londres y, créeme, aún no me he recuperado de la sensación de abandono de aquella sala de espera en King’s Cross. Pero te entiendo bien porque también yo he estado mal estos días. Y sé exactamente en qué momento y en qué lugar sucedió: lo sentí como un latigazo. Venía paseando desde la Plaza de España, de vuelta a casa. Cuando me sonó el móvil estaba pasando por la puerta de ese colegio y eran las nueve de la noche en todos los relojes. Lo sé porque en ese instante doblaban las campanas, no soy capaz de saber de qué iglesia. Aunque posiblemente doblaran por mí.
(Este párrafo forma parte de un texto que se publicó originalmente en ABC el 27 de diciembre de 2025. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).