La alcaldesa de Burgos, la popular Cristina Ayala, ha decidido excluir de las subvenciones municipales a aquellas ONG que trabajen con inmigrantes. Como respuesta, Cáritas ha renunciado a las ayudas del Ayuntamiento de Burgos ya que, para los católicos, la ayuda ha de darse «por igual a todas las personas necesitadas», entre ellas a los inmigrantes, cuyo apoyo «contribuye a una sociedad más justa». Es el suyo un gesto de honor, de fortaleza y de liderazgo moral que se agradece. Supongo que, como consecuencia de todo esto, los burgaleses en general y los burgaleses creyentes en particular, sabrán excluir al PP de Burgos de sus opciones de voto y ya está, empate y todos contentos. Es tan sencillo como comprender que el votante de centro-derecha no es como el del PSOE, que no vale todo y que ese discurso sectario, fanático y nacionalista no es aceptable. No hace falta que sean católicos, desde luego, pero con más motivo si son católicos, que, si no teníamos suficiente con sufrir ataques a nuestros principios por parte de la izquierda y de Vox, vemos que ahora se une a la fiesta el PP.

(Este es el primer párrafo de un texto que se publicó originalmente en El Norte de Castilla (versión digital) el 14 de noviembre de 2024. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).