El sanchismo está deteriorando las instituciones democráticas de modo planificado y deliberado. Se trata de perjudicar a las autonomías, de minar la credibilidad de la Guardia Civil, de los jueces, de la jefatura del estado, de la red eléctrica, de los trenes, de la prensa y de todo aquello que sea necesario para que se acabe instalando un estado de ánimo que pida un cambio de régimen y que anhele la implantación de medidas excepcionales y autoritarias. Ese es el juego: tensionar al máximo y llevarnos al límite para que abandonemos la esperanza y reaccionemos de modo errático. Bien, yo vengo a decir que no todo está perdido.

(Este párrafo forma parte de un texto que se publicó originalmente en ABC el 2 de junio de 2025. Al ser contenido premium, solo puede ser leído íntegramente aquí. Si no se han suscrito, les animo a que lo hagan. La suscripción es muy barata a cambio de muchísimo y necesitamos más que nunca prensa libre).