isco

Isco es un soneto, Isco es un aria, Isco es un natural. Isco es una forma perfecta que debería caminar por el campo bajo palio, como la Virgen de la Caridad y, una vez terminado el partido, debería ser llevado a vestuarios por cientos de costaleros, por miles de penitentes, por una cofradía procesional propia. Porque Isco mira con la clarividencia del artista, Isco ve una posibilidad donde el resto vemos hierba. Algunos, en su lugar, pastan.

Isco habita en el futuro, y desde allí da un paso atrás a reunirse con nosotros y dibujar el sueño hasta hacerlo real. Como Miguel Ángel esculpiendo el mármol que sobraba, Isco es lo que queda una vez cincelada la vida para que solo quede la verdad. Es tan fácil cuando lo haces tú, maestro…

Isco juega un partido que ya ha jugado mil veces, y el resto son los invitados necesarios para que el acontecimiento pueda suceder. En toda boda hay un padrino, un cura, los amigos del novio, el chef, el cura y un tío que se emociona. Pues Isco es la novia. Isco tiene campo gravitacional propio y alrededor de él giran veintitantos hombres, sus mujeres y sus hijos. Isco es el macho alfa de la magia.

Isco pinta como Matisse, Isco es el duende de Lorca, Isco viene para quitarte la resaca del domingo en los primeros dos amagos. Yo casi me caigo al suelo desde el sofá. Isco es un pantocrator sobre Málaga, el subidón de un tedax, es pirotecnia sobre la tarde cansada.

Isco ha llegado para enseñarnos lo que es el fútbol. El resto, creo, solo ha sido la introducción hasta llegar a el. Guti fue un profeta anunciando la verdad. Zidane, el rey de Jerusalén. Pero la verdad se ha hecho carne y habita entre nosotros. Cuando él se retire, esto supongo que se acabará, no tendrá mucho sentido. Sonarán tompetas en Chamartín. Un requiem por bulerías. Un chotis en ritmo de mazurca.

Todos los madridistas estarán con la boca abierta discutiendo a ver quien es más del Madrid, recriminándole que podía haber corrido más y dándose golpes en el pecho porque Raúl era mejor. El Madrid es lomajrande, lo más bélico y adalid (que significa caudillo militar). Pero nosotros, los antimadridistas, reconoceremos abiertamente que desde Isco, lo somos un poco menos. Este tío es muy bueno. Y además no da berridos cuando marca. No le hace falta.

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