Ya me extrañaba a mi que la culpa del atentado de ayer en Paris la tuvieran los terroristas o, más en general, los islamistas. No, los culpables son por supuesto Aznar, la foto de las Azores, Occidente, USA, Israel, la religión católica, las cruzadas, el heteropatriacado, Mourinho, los jamones de Guijuelo, los obispos, la asignatura de religión en las escuelas, Don Pelayo y el capitalismo. El problema fundamental de España es que está repleta de incultos con facebook y twitter. A mi la necedad no me preocupa, lo que me preocupa es la necedad orgullosa, el ridículo público, tener que escuchar sus susurros al oído.
A ver, mis pequeños susurrantes: el Islam nace seiscientos años después que el cristianismo y en el mismo lugar. El cristianismo se expande hacia el oeste y a medida que eso sucede, se va europeizando. Ante esa europeización, se van dando una serie de orientalismos y hebraismos que se van acumulando -es decir, los antisistema de la época-, y cuyo estallido final es el Islam, que fundamentalmente odia la idea de la idolatría y de la Encarnación como exponente máximo de la idolatría. Que Dios pueda no solo ser representado sino que además se hiciera carne, es algo imperdonable. La europeización del cristianismo de la que hablaba es lo que hace que, poco a poco, el cristianismo se convierta en la cristiandad. Sin cristianismo desde luego que no habría Islam y sin Islam desde luego que no habría arte cristiano porque básicamente las representaciones excesivas de las catedrales góticas y todo el arte figurativo sirve para joder al Islam. ¿No querías taza? Pues toma tres docenas. ¿No querías evitar iconos? Pues hasta en la sopa. ¿No niegas el alma a la mujer? Pues aquí adoramos a María. Los iconoclastas han producido mas arte que toda la fe junta, hasta el punto ridículo de poner pajaritos en todos los lugares o cabezas a las serpientes. Los musulmanes han provocado que el cristianismo y su gran obra -Occidente- sea la referencia de amor a la mujer y la base incluso de ese amor cortés medieval -el de nuestro señor Don Quijote- que da pie al romanticismo. Eran los Charlie Hebdo de la época. Culto a María y a los iconos para reclamar libertad.
La cristiandad -y esto es una clase gratis de historia para analfabetos funcionales- era una nación, como lo es ahora cualquiera otra, pero sin fronteras de estados ya que los estado-nación nacen siglos mas tarde. Por entonces no hay estado, pero si que existe en cambio el concepto de nación, esa unidad de destino, que no era otra que la cristiandad en general. Pues bien, esa nación estaba defendiendose del Islam, de la otra gran nación que quería invadirles, matarles y terminar con el cristianismo, es decir, con ellos y sus familias, con el único fin de ampliar sus fronteras. El frente de esa guerra de la que hablo estaba en Jerusalén. PUNTO Y FINAL. El resto son invenciones, las cruzadas no eran guerras de los cristianos para matar a gente con otra fe y conquistarlos o evangelizarlos, no era imposición de un credo sino la defensa de una nación frente a los barbaros invasores, les pese a los idiotas lo que les pese. Quizá les gustaría que fuera de otra manera para justificar su odio, pero así y no de otra manera fue la cosa. El resto es tan falso como Bambi o el socialismo.
Esto es así desde el comienzo y así seguimos. Siendo atacados sin cuartel. Una de las características del Islam es que no conoce fronteras porque es apátrida de origen. Nació en el desierto y llegó a todas partes porque no procede de ninguna. No confundiré islam con islamismo, pero el islamismo no se puede combatir por el mismo motivo: no hay un lugar físico donde hacerlo. El odio no tiene patria ni frontera, al contrario que la estupidez que parece residir en España de forma permanente disfrazada de progre ateo. Por ello, porque el islamismo está en todas partes, hay que combatirlo en todas las partes. Estamos en guerra, nos han declarado la guerra a Occidente, a nuestro modo de vida, a la libertad, hay miles de muertes cada día y no nos queremos enterar. Esto no va a parar y estamos muy equivocados si creemos que la paz y la libertad es lo normal. La libertad hay que conquistarla cada día y defenderla cada minuto, y por supuesto, la libertad no se defiende con símbolos de la paz con la torre Eiffel ni con manos blancas. Cuando llegue el momento de luchar por nuestras hijas, espero que nuestros ejércitos, los de los aliados, los de la OTAN, los de LOS BUENOS, luchen y llegado el momento si nos toca a nosotros, pues algunos lucharemos y otros entregarán a sus hijas sin librar batalla y las cambiarán el nombre por el de Fátima. Pero no dudeis que ese momento llegará, estamos avisados y yo me lo creo. No tengo fe en que España mueva un dedo, pero espero que Francia, USA y Reino Unido -es decir, los de siempre- vuelvan a salvarnos.
Llevamos así desde el principio. No habrá paz jamás con el Islam mientras dentro de él haya islamistas armados. No hay equidistancia. No es una cuestión de credo, aquí hay budistas, mormones, hinduistas, católicos y chamanes y ninguno de ellos mata. No es una lucha de religiones, es una lucha del bien contra el mal. El bien es la vida y la libertad. El mal es su contrario. Elijan bando.