Recuerdo estos días a Amadeo de Saboya, ese italiano que vino porque se lo suplicó Prim y que terminó por renunciar a «gobernar un país tan hondamente perturbado» harto de los enfrentamientos y de la división del país. El general Prim, quizá su único valedor, fue asesinado el día que Amadeo embarcaba para salir de Italia. En ese momento, Serrano se pasó al bando de los Borbones, Castelar se puso del lado de la República, los progresistas se escindieron en varias facciones, una de ellas con Sagasta el frente y los carlistas, como siempre, a sus cosas de carlistas. No es de extrañar que Amadeo de Saboya pronunciara su frase célebre: «Ah, per Bacco, io non capisco niente. Siamo una gabbia di pazzi». Es decir: «Por Dios, no entiendo nada, esto es una jaula de locos». (Click aquí para leer el artículo completo)
(Este articulo se publicó originalmente en ‘El debate de hoy’ el sábado 30 de mayo de 2020)