
Si tuviera que elegir a un Page, antes Jimmy que Emiliano. Aún así reconozco que el ‘solo’ del presidente de Castilla La Mancha no estuvo mal, gran ‘ritornello’, digna aria parlante y un fraseo de noche toledana que ni ‘Stairway to Heaven’. Cito literal: «Soy el jefe del partido aquí, pero eso ya no significa nada en el PSOE. Porque solo hay uno para toda España, los demás estamos aquí de monaguillos. Y no es broma, ¿eh? Hemos conseguido la unanimidad perfecta: la de uno». Risas en el tendido, las cosas de Page, qué gracia tiene el ‘jodío’. Y la tendría si no fuera porque la realidad es más grave y menos frívola: mucha comisión ejecutiva, mucho comité federal y mucha estructura territorial, pero, en realidad, el partido, el Gobierno y el grupo parlamentario socialista son una agrupación de monaguillos con cara de susto adorando a monseñor Sánchez con genuflexiones hasta el esguince cervical. Su cobardía ha dejado el país entero en manos de una sola persona. El Rey Sol, pero en oscuro. Un eclipse.
Los satélites orbitan y callan. No siempre fue así. En otro momento, el propio partido echó a Sánchez a patadas por miedo a que hiciera lo que efectivamente ha hecho. No le echaron los de enfrente, no le echó la prensa ni le echamos usted y yo, humildes pequeñofascistas sin voz ni voto. Tampoco le echó el capitalismo, el heteropatriarcado ni las estructuras judiciales tardofranquistas. Le mandaron a casa los compañeros y las compañeras, los del puño en alto, los camaradas. ¿Y por qué le mandaron a casa los camaradas? Porque los camaradas le conocen. Y como le conocen saben que el plan pasa por tener el poder absoluto en el partido y luego en el Estado, a costa de pactar lo que sea con quien sea. Es su venganza. Es probable que el reto se le quede corto y acabe dirigiendo la ONU, la OTAN, la UE, la OMC, la OMS, la ONCE, la UEFA, la FIFA o la NASA. Todo nuestro apoyo, nada más útil que una buena patada hacia arriba y un ático en Manhattan con vistas a su incompetencia. El puente de plata de Brooklyn.
Page al menos protesta. Gabilondo, Caballero y Tudanca no lo hicieron y lo pagaron. Espadas no aprende la lección y mientras el PSOE vuelve a traicionar a los niños de Cataluña negándoles el derecho a ser educados en su lengua materna, él calla. Y mientras monseñor toma decisiones en el Magreb en contra de la soberanía nacional, él calla. Y, al callar, admite no enterarse del coste electoral que tiene todo eso para Andalucía. Juan baja la cerviz hasta la tendinitis y se convierte en líder del PSC de Andalucía, que es la antesala del olvido y el camino más corto de rey de Espadas a sota de oros.
La culpa del descalabro del PSC de Andalucía la tendrán el fascismo y el obispo de Huelva. Y los monaguillos a callar y fracasar en mayo en todas las autonomías y ayuntamientos para que monseñor salude a Biden. Ellos calladitos. El chat de los monaguillos -antiguo chat de los barones- será la semilla de la Internacional de Acólitos Anónimos. De foto, una de Los Inhumanos.
(Esta columna se publicó originalmente en ABC el 11 de junio de 2022. Disponible haciendo clic aquí).