Dice el himno a León que «sin León no hubiera España» y, aunque me jugaría la mano derecha a que se dice «habría», es estrictamente cierto: sin León no habría Castilla y sin Castilla no habría España. Pero podemos seguir hacia atrás: sin Asturias no habría León, sin visigodos y sin astures no habría Reino de Asturias y sin Roma no habría visigodos o, al menos, no tal y como los conocemos, es decir, godos romanizados y ocupando las instituciones de Roma para legitimarse y perpetuarse como en una sucesión de puntos suspensivos. 

La historia de Castilla y de España no se entiende sin la historia de León, entre otras cosas porque es la misma, León es nuestro origen, son los primeros capítulos de nuestra historia común y en Castilla, al fin y al cabo, somos leoneses rebeldes que, de tanto defender solos la frontera contra los musulmanes, un día decidimos que ya era suficiente y que mejor solos. Yendo al grano, León es mi tierra, nuestra madre y su protagonismo desde el siglo X al XIII, indiscutible y épico. 

Voy siempre que puedo. No al reino de León, que ya no existe, como tampoco existe el de Castilla, se lo cargaron para evitar otra Prusia. Pero existe su provincia, que es fantástica. Y, sobre todo, existe la ciudad, que es una joya de principio a fin, bonita y agradable como ninguna y con un encanto difícil de encontrar en otros lugares. Su gente, su gastronomía, su patrimonio, San Isidoro, San Marcos, la Catedral… En fin. Nada que ustedes no sepan. Vayan a León, de verdad. Siempre que puedan.

Dicho esto, yo estuve el martes. Y entre otras lindezas contra mi ciudad, escuché que las siguientes frases del himno dicen «que antes que Castilla leyes, concilios, fueros y reyes dieron prestigio a León». Y ahí está todo resumido: aunque también es estrictamente cierto, en la segunda frase ya tienen que tocar las narices a Castilla, mostrando sus obsesiones y ese complejo de inferioridad que tanto daño les hace. 

Yo entiendo que en toda la comunidad estamos muy mal, que la despoblación y la falta de futuro nos están machacando a todos, pero de verdad que la culpa de lo que pase en León, en Soria o en Segovia no la tenemos los vallisoletanos como la culpa de lo que nos pase a nosotros no la tienen en Chamberí. Entre otras cosas porque Valladolid está completamente llena de leoneses que vinieron a trabajar, que hicieron su vida aquí y que formaron una familia. Es decir, que si Valladolid está un poquito mejor es, entre otras cosas, porque los leoneses han aportado mucho a ello. O sea, que cuando se meten con nosotros se están metiendo con ellos mismos. 

Y eso a pesar de que León es la provincia más beneficiada de los presupuestos de la Junta con el 22,4% de la partida de inversiones frente al 12,5% de Valladolid. Es decir, casi el doble. Y con menos población. Y yo me alegro, si es así es, sin duda, porque hace falta. Pero no he oído a nadie decir nada malo de León en Valladolid, ni he escuchado a nadie quejarse de que se vaya el dinero para allá ni tampoco tenemos un himno que dice «viva Pucela, tenemos la FASA y a los de León… les jode mogollón».

En Valladolid nadie piensa en León y, cuando lo hacemos, es para decir que nos encanta. Por eso uno empieza a cansarse de tener que escuchar discursos de odio y de desprecio a Valladolid todos los días. No tenemos suficiente con los catalanes como para tener que aguantar también a nuestros vecinos. He llegado a la conclusión de que la leyenda negra no es contra España, sino contra Castilla pero, teniendo en cuenta que el resto de Castilla también alimenta otra leyenda negra contra Valladolid, quizá seamos lo más odiado del mundo, lo más negro, la oscuridad total.

Y es posible que, en concreto, el centro de Valladolid sea la quintaesencia del mal, el horror absoluto y, por lo tanto, yo no sea más que una especie de Sauron que desprende sombra, leísmo y mantecados de Portillo desde el centro exacto de la Hispanidad. Y, la verdad es que, bien pensado, me está empezando a molar.

(Esta columna se publicó originalmente en El Norte de Castilla el 17 de noviembre de 2022. Disponible haciendo clic aquí).