
Joe Biden no tiene cara de presidente y eso es un problema. Para hacer cualquier cosa, lo primero es tener la cara adecuada. Por ejemplo, Arturo Fernández. Arturo no podría ser pescadero ni aunque heredera la mismísima lonja de Ribadesella. Nadie podría pedir a Arturo que le sacara los lomos a la merluza, y eso aunque lo desearas tú y lo deseara él. Simplemente, porque Arturo no tiene cara de pescadero. Con esa cara no se puede limpiar pescado. O José Luis Ábalos, por ejemplo, que tiene cara de taxista. Cuando Ábalos va a una cumbre a Europa, a mí me da cosa, porque tengo la sensación de que todo el mundo está pensando lo mismo y se miran entre ellos preguntándose si tirará Castellana abajo o mejor cogerá la M30. (Clic aquí para leer el texto completo en EL DEBATE DE HOY)