
Propongo que a los estados de excepción, sitio y alarma se les una nueva figura que podríamos llamar ‘estado de histeria’, una fórmula legal para justificar decisiones absurdas sin motivo, política placebo, limitaciones que no hacen falta por parte de gente que no las entiende solo para calmar a personas a las que les da igual. Y les da igual porque el miedo es irracional, hay una parte de España que no se rige por criterios lógicos, racionales, sensatos -es decir, científicos-, sino por criterios sentimentales, pasionales y emotivos. Y cuando eso sucede, lo más posible es que la cosa termine mal. El miedo es libre, lo hemos pasado muy mal y esto no ha terminado. De acuerdo, pero el síndrome de Estocolmo es una enfermedad y hay tratamientos para ello. El enganche emocional a la falsa seguridad no puede ser óbice para hundir negocios, economías, destrozar familias, llevar a la bancarrota a un país entero y machacar nuestra imagen mundial como entorno no seguro. Porque sin turistas no hay restaurantes, ni camareros ni tortillas de patata. Pero tampoco hay transportistas que lleven patatas y huevos al restaurante ni productores de patatas ni de huevos en la España vacía. Y yo creo que ya vale, es el momento de advertir a los decisores que no estamos dispuestos a tragar con pócimas mágicas y rituales homeopáticos sin sentido alguno.
«En Madrid, por primera vez en un año, no ha habido muertes Covid en las últimas 24 horas. En 8 regiones españolas, no se registra ninguna muerte en una semana. España sigue siendo el país de Europa con menos muertes por Covid por cada 100.000 habitantes». Son palabras de Henry de Laguérie, corresponsal francés de Europe 1 en España. A ver si al decírnoslo en gabacho, con ese ‘chic de lo francés’ que decía Krahe, lo vamos entendiendo. A ver si al decírnoslo los ‘uropeos’, vamos comprendiendo que los jóvenes se contagian porque no están vacunados. Y no están vacunados porque son la franja de edad que menos enferma al infectarse y que menos muere cuando enferma. Es decir, que estos datos vienen a confirmar que vamos bien, muy bien, que hemos priorizado lo que había que priorizar, que esos jóvenes ya no van a infectar a los abuelos y que no podemos volver a generar miedo. Una pandemia con hospitales vacíos, UCIS desahogadas e infectados que no enferman ya no da derecho a hacer lo que quieran con nosotros. Y sobre todo, no da derecho a insuflar miedo absurdo a los ciudadanos.
En Castilla y León, la consejera de salud pide toques de queda o cierres de ocio nocturno cuando hay solamente 33 personas en UCI en toda la comunidad y bajando un 15% en la última semana. Si no están preparados para seguir tomando decisiones debido al estrés sufrido, que se aparten. Pero, por favor, ni una limitación más de derechos y ni una decisión contraria a la recuperación económica solo por falta de comprensión matemática.
(Esta columna se publicó originalmente en ABC el 7 de julio de 2021. Disponible haciendo clic aquí).
Los duendes se llevaron una palabra (seguramente un verbo) apenas terminada la 12, al comenzar.
Muy propio de ellos. Con razón Irlanda siempre ha tenido buenos escritores.
Saludos.