alemania

Claro, Chema, claro. Tienes razón. Alemania no nos llega ni a la suela de los zapatos. El pellizco, el arte, y el duende es de España. La música, el sentimiento español… ¡Qué sabrán los alemanes de música! Es un pueblo que no sabe de música, Chema. No sabe Bach, ni Brahms, ni Beethoven, Orff, Schuman, Wagner, Strauss, Haendel o Pachelbel. Nada. No tienen ni puta idea, sabes más tú, Chema. Tú si que tienes arte, que para eso has nacido en España, la tierra del arte, si señor. Los alemanes nada, a hacer coches, que el arte lo tienes tú. Durero y Rubens no sabían tampoco pintar, no. Sabes tú y tu pellizco.

“¿Vale, pero el pensamiento qué?” No, de pensamiento, tampoco, Chema. Ahí me has pillado. El pensador eres tú, que eres español. Tú eres un pensador, no como esos alemanes autómatas que no saben pensar. Robots inferiores es lo que son todos, incluyendo a Nietzsche, Marx, Kant, Goethe, Schopenhauer, Ana Frank, Hegel, Heidegger, Lutero, Bertolt Brecht, Hermann Hesse, Leibniz, Michael Ende o Gunter Grass. Ole tus santos cojones, colega. Jose María III “El Pensador”. Chema I “El duende del sur”.

“Aquí al menos sabemos vivir, no como ellos”. Eso sí, Chema. Ahí me has roto. Aquí sabemos vivir. Ahí me tengo que callar. Da igual el paro, la corrupción, la decadencia, la falta de talento, la falta de cultura, de arte, de tendencias, de ganas, de ideas, de casa, de futuro, de respeto y -sobre todo- de cojones. Da igual porque aquí al menos nos tomamos una cervecita juntos, que hace muy bueno, no como allí -que como sabes no tienen nada de cerveza-, ni se sale a la calle nunca. Es ir a Berlín y ver las calles desiertas, sin un alma. Una ciudad muerta. Están en casa todos llorando, soportando como pueden la desgracia de no haber nacido españoles como tú.

Pero tienes razón en que lo han tenido fácil, no como aquí, que el problema es que teníamos una república y después una guerra, no como ellos, que no han tenido ninguna república. Sí, Chema. Weimar era un futbolista. Ellos no han tenido ninguna guerra nunca y en los cuarenta tenían el país novato, no como en nuestra postguerra, no. Lo tenían todo para entrar a vivir, sobre todo Berlín. Recien pintao, Chema. Y sin divisiones entre ellos. Divisiones que siguen latentes como ves, y por eso los socialdemócratas y los conservadores pactan un gobierno de coalición. Nada, mejor eso aquí también. Allí ni puta idea.

Tienes toda la razón, José María. Nosotros sí que sabemos. Voy a ir moviéndote una serie de conferencias por Baviera y por Westfalia para que les ilustres tú y otros cuatro colegas tuyos, que sois los que sabéis bien todo de las cosas porque sois españoles y habláis del arte y del talento y del vino fresquito y de la dieta mediterránea y de los porros y del sol. Yo te muevo las conferencias, que te las va a pagar la Marca España, que está en tu misma línea de autoridad moral para dar lecciones al mundo de cómo hacer las cosas. Desde ese plano de superioridad que tenéis. Y muy merecido, Chema.

Y eso, José María. Que nada, que te quiero mucho y que viva España. Ya nos vemos si eso que por mi parte a lo mejor me voy, no sé si unos días o cincuenta años, ya veré. Hasta que se me pase esta vergüenza y este espanto que me entra cuando os oigo hablar a los que sí sabéis, los españoles como tú. Qué sabrán los alemanes. Qué cojones sabrán ellos.

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