– I –
Lo primero fue luchar contra los huesos porque forman rostros. Corríamos el riesgo de querer parecernos a nosotros mismos y eso sería imitarse, empezar de nuevo pero desde el final. Diluidos en la nada nos abrazamos al reverso de una imagen que no quisimos ver para no ser redundantes, pero despojados ya de miradas, no fuimos fugitivos de una identidad como pensábamos, sino la identidad pura: el exilio del sujeto, la mirada póstuma y la presencia impura. Apostatar del pronombre fue solo una cuestión de tiempo.
– II –
Quedaban formas y viscosidades de lo que fuimos. La ruptura no es síntesis sino antítesis; para una célula, mitosis significa futuro. Renovarse es morir y la escisión de lo original, como alteración de lo genuino, no te convierte en otro sino en todas las posibles progresiones de lo mismo. La profundidad es romperse, la hondura es quebrarse; envejecer es ser eterno, avanzar es solo otra forma de decir adiós. Poca gente sabe que el abismo que surge en cada signo de interrogación es solo debido a la absoluta ausencia de comas.
– III –
El vacío es el gas, la soledad solo es la mecha. El gesto de crear es el interruptor que genera una explosión nacida del deseo, que es lo mismo que decir que cada trazo nace de la insatisfacción, del dolor no poder ser de modo completo por ti mismo y en ti mismo. Eres una interferencia en la realidad, no se puede crear sobre la nada sino sobre la ausencia, sobre lo borrado. Desde lo que sobra. En ese momento fuimos conscientes –por fin- de que negar algo implica asumir su preexistencia: la metamorfosis en uno mismo es la visión cóncava de una cuchara llena de lágrimas.
– HIMNO –
Yo soy. Yo soy yo. Soy el otro. Yo soy cada otro, yo soy tú, tú eres el otro. Yo soy el Otro. Yo soy aquí y ahora, yo soy tú en lo infinito. Yo soy eterno. Yo soy yo en mí. Yo soy Dios en mí. Yo soy Dios. Dios es el Otro. Tú eres Dios. Tú y yo éramos lo mismo. Tú y yo seremos lo mismo despojados ya de huesos y formas. Tú y yo seremos. Tú eres tú. Ser o no ser. No ser tú. No ser nunca. No haber sido. Ser siempre, ser sin fin, haber sido sin límites, no saber que no se ha sido. Yo soy yo cuando ya no sea yo. Yo soy yo. Yo no espero.
(Te quiero).