(Este articulo fue publicado en EL PAIS)
Empezaré diciendo que no soy quién para dar lecciones a nadie en este tema ni en ningún otro, pero criar a un hijo es algo tan increíble, una aventura tan grande y una responsabilidad de tal envergadura, que hace que el concepto de tiempo se contraiga y todo suceda extraordinariamente rápido; a veces siento que necesito sentarme a pensar qué va bien y por qué, qué va mal y por qué para así integrar todo de alguna manera y avanzar con solidez, bajo unas premisas y unas conclusiones. La prueba y error es fundamental, pero lo es aún más la prueba y error en cuerpo ajeno: se puede aprender de los demás. Sirvan pues estas letras como ejercicio personal sin más pretensión. Si no estás de acuerdo, lo entiendo. Hazte un blog y prometo leerte. (Sigue)
Algún punto nace de reflexiones que he leido a Benito Arruñada, catedrático de la Universidad Pompeu Fabra. Un tipo muy interesante: http://www.arrunada.org.
Este post es para enmarcarlo, me lo guardo para cuando yo sea padre.
Gracias.