No puedo más, me rindo. Tenían razón, lo asumo, estaba equivocado. Esta sociedad es una mierda. ¿Dónde están los padres? Porque voy a ballet y en el vestuario no los veo. Voy al parque y tampoco veo padres. Tampoco están en el médico. Ni en pintura, ni en inglés. Ni en las tutorías. No hay. Solo hay madres. Son las madres las que salen del trabajo cuando llaman porque el niño se ha puesto malo. Si lo hace un padre, se da por hecho que es porque la madre no ha podido (debe ser cuestión de vida o muerte, porque si no, una madre, va). Son las madres las que reducen jornada cuando es necesario hacerlo, un padre que reduce jornada, sobre todo a partir de ciertos niveles, es un trabajador que no vale para ascender, un traidor a la empresa, una vergüenza que tiene que tener una justificación enorme para actuar así. Y así os comen la cabeza, mediocres. Porque os dejáis. Son madres las que se ocupan de los hijos fundamentalmente. Son madres las que planifican las cenas, las que preparan los almuerzos, las que lavan el baby, las que conocen a los amigos de vuestros hijos y las que conocen las dosis de las medicinas. El papi de los cojones lee el cuento (si llega y si le apetece), el fin de semana un rato al parque y ya. Punto.
A ver si nos enteramos: los hijos son responsabilidad de dos, de dos por igual, y si tienes que reducir jornada, lo haces. Si tienes que dejar tus hobbies, los dejas. Igual que ella. Si la madre es más importante que el padre es porque los padres lo habéis permitido con vuestra dejadez, os han ganado por incomparecencia. Y no tenéis coraje ni para criar a vuestra propia descendencia. Si la madre es mas importante que tú es porque no te lo has ganado. Te pongas como te pongas. “Estaba trabajando”, me dirás. Como si eso fuera una excusa. A ver, nene, la vida es una cuestión de prioridades y tus hijos son la primera, no pueden empezar a serlo solo en el divorcio. Y no vale con currar, ella también curra seguramente. Hay que ejercer de padre. Puedes dejar el trabajo y que trabaje ella. Puedes adaptar tus horarios, puedes exigir tu derecho a reducir jornada o puedes –al menos- salir a tu hora, quedar mal con tu jefe antes que con tus hijos, puedes ir a casa perdiendo el culo para llegar a hacer los deberes, hacer la cena a tu prole, bañarles, jugar con ellos y hablarles, besarles, escucharles. Pero no, ya está ella, ¿verdad?
No sé por qué las mujeres lo permiten, no sé por qué se casaron con padres tan malos, tan dejados, tan poco responsables. No entiendo cómo los justificáis, no comprendo qué inseguridades y qué traumas tendréis para ver eso como algo bueno y aceptable. No entiendo cómo es posible ser tan mal padre sin que se te caiga la cara de vergüenza. No entiendo quienes se creen para sentirse secundarios de su propia vida. Luego, en el divorcio, nos quejamos de lo malas que son. Y es verdad que muchas son malas, pero también lo eres tú. Ellas al menos han cuidado de tus hijos mientras tú quedabas a jugar al pádel, a ver al Madrid, a tomar unas cervezas con los amigos o a cenar con los compañeros.
Teniendo en cuenta que mas de la mitad de las parejas se divorcian, te diría que echaras un vistazo a tu alrededor y si en esa peña madridista a la que vas no ves al mismo número de divorciados que de casados, fueras pensando que -la matemática es sagrada- tienes todas las papeletas. Te vas a quedar sin hijos, te van a dar por el culo, vas a cagarte con la abogada feminista que va a contratar tu mujer y que vas a pagar tú, vas a saber lo que es sufrir de verdad. Vas a ver a tus hijos una tarde entre semana (eso está bien, es más que ahora, ¿no?) y fines de semana alternos (los que no juegue el Madrid) y ¿sabes lo que te digo? Que me alegro, que no pongas carita, que no eches la culpa a los jueces ni a los fiscales, porque la culpa de la fama que tenemos los hombres la tienen padres como tú. Por tu culpa los jueces son como son, así que no eches la culpa a las mujeres ni a las abogadas ni a la justicia, hombre, que no has hecho nada, que no sabes lo que es criar a un hijo, que no has cambiado un pañal, ni un biberón, ni sabes lo que es el Dalsy ni quiénes son Elsa y Anna. Que no has dado las gracias jamás a tus hijos. Que eres un mierda y que me alegro. No vengas a pedirme ayuda porque no te la pienso dar. Que te la de Cristiano Ronaldo o tu jefe, al que te daba vergüenza decirle que no, ya verás como los dos corren a prestártela.
Los padres de verdad llevamos en esta carrera desde mucho antes del día en el que nacieron nuestros hijos y no solo cuando nos da la gana o cuando “podemos”. Esto no acaba nunca y te recuerdo que se es padre siempre, no solo cuando estás con tus hijos, cuando te ven. Eres padre 24/7, eso es ser un padre de verdad. Y cuando digo padres de verdad no me refiero a esa panda de catequistas-cantajuegos-gilipollas que nos invaden con cara de Ismael Serrano y ropas de monitor de los hinchables, no. Yo me escaqueo de la relación con otros padres siempre que puedo, hablo lo justo con ellos, no discuto de vacunas, no doy la paliza con consejos, no doy lecciones, no me gustan las terrazas, no soy un actor, tengo defectos, no soy perfecto, no soy un pesado y tampoco soy una madre de esas insufribles. Soy un padre. Uno de esos padres con dignidad, padres que ejercemos como tal, padres que no somos suplentes de la madre o de los abuelos. PADRES con mayúscula. Tú te quedas con la “pe” minúscula, la “pe” de parásito, la “pe” de pensión. La “pe” de Padre te queda grande.
Joder. En toda la boca. En la clase de mi hijo hay dos padres así, con los cojones tan bien puestos como los ovarios de alguna de las madres que no son de las insufribles. Al fin y al cabo, ser valiente es virtud de unos pocos, tanto de ellos como de ellas y ejercer de padre o madre sin cobardía y además con alegría frente a las miserias, es tarea poco más o menos que heroica.
Personalmente. estoy hasta el coño de tanta lucha, pero no me queda otra. La sonrisa de mi hijo y verlo crecer cada vez mejor persona (mucho mejor que yo, no digamos que de su padre) merecen la pena.
Salud.
Es Vd. una sabia.
Mu requetebien Magnifico Margarito.
Yo por suerte puedo presumir de que el padre de mi hijo se merece una o dos P de Padre. Porque es la antítesis a un padre de carpeta, es un padrazo, que se ocupa de su hijo 24x7x365, que sale en cuanto puede del trabajo y corre para jugar con él o para ayudarle. Que conoce las dosis de las medicinas, que si su hijo se pone malo se turna con la madre para cuidar al peque en casa, que va a las reuniones del cole y que conoce a todos sus amiguitos.
Lo triste es que esto no sea lo normal ¿no?
Siempre he defendido que es normal, pero no lo es. Cada vez es más normal, es verdad, pero aún están a años luz (hablamos siempre de medias, no de globalidades).
Ma-dre-mia. Enhorabuena por el articulazo, no solo has defendido ser padre si no que a las que luchamos todos los dias con nuestros maridos para que hagan eso que tu dices nos pongas un poco mas las pilas. Mi marido es el tipico que si no le dices, no hace y de ahi todas las broncas. Ahora hace mas porque yo trabajo en casa, y ahora es un diario, pero antes…… GRACIAS Y MIL GRACIAS otra vez.
Tremendo, eres fantástico. Me doy cuenta de lo afortunada que soy. Tengo un marido genial que va a ballet, al médico y al parque con NUESTRA hija, a veces, más que yo. Genial el artículo y ojalá que todos los padres pensaran y actuaran así.
Yo creo que hay hombres así por diversos motivos… unos por comodidad, otros por cuestión de cultura que además no han tratado de cambiar, otros porque hay mujeres acaparadoras que piensan que mejor se ocupan de todo porque lo hacen mejor y podría seguir describiendo muchos motivos más, la casuística es muy extensa En cualquier caso, hay que intentar que esto no suceda, pero tanto hombres como mujeres. Yo creo que incluso antes de concebir a un hijo hay que pensar si estamos preparados y dispuestos a renunciar a muchas cosas y que no sea sólo una de las partes, hasta ahora casi siempre la mujer. Y es tarea también de la mujer y el hombre estar seguro de que su pareja, con la que quiere tener hijos será buen padre o madre. Es verdad que en los primeros meses y quizás hasta los 2 añitos, los niños pueden tener más apego a la madre, bien por la lactancia materna, que en ocasiones se prolonga mucho, bien porque la madre extiende de la forma que puede su periodo de permiso por maternidad. Además, no podemos olvidar el cambio hormonal que experimenta la mujer que en muchas ocasiones le hace querer controlar todo lo relacionado con su bebé e incluso tomar todas las decisiones de forma unilateral… no digo siempre, pero si que he visto mujeres decir «no lo cojas así, no sabes, anda anda, déjamelo a mi porque vaya»… o, «¿pero has visto la ropa que le has puesto? Eso no pega, desde luego, ni eso sabes hacer». ¿Cómo se siente un hombre cuando le dicen eso? Yo me sentiría fatal. Es una forma de hacerlos sentir inseguros y en lugar de ayudarles en todas las tareas relacionadas con los niños, se le pone más difícil. Esas frases se podrían cambiar por estas otras «parece que así no le gusta, cógelo mejor así» o «parece que esa ropa no pega mucho, yo le hubiese combinado con esto otro… pero que más da, esta precioso de todas formas». Con todo esto quiero decir que, en algunos casos, y digo algunos siendo consciente de que no la mayoría, esta dejadez de la que hablas en el artículo es fruto de un montón de días de frustración, que por otro lado no debe servir de excusa para ello, pero si que contribuye a que las cosas sean así.
Yo tengo la gran suerte de ser madre de dos niñas y un niño y mujer de un hombre increíble. Estuvo un año sin trabajar por cuidarlos, vuelve rápido del trabajo para estar con ellos, las lleva a baile, teatro e inglés, los baña y peina, se ha quedado sin hacer cosas que le gustan por pasar tiempo con ellos… igual que hago yo, y lo mejor… no me hace falta decírselo, igual que a él no le hace falta decírmelo a mi. Todo no es de color de rosa, tenemos días muy malos, en los que se hace difícil todo… pero, no lo cambiaría como padre por ningún otro… espero que él piense lo mismo 🙂
Mucho ánimo a todos esos padres separados que luchan por pasar tiempo con sus hijos, aunque antes no lo hubiesen pasado, siguen siendo sus padres y tienen el derecho y aún más la obligación de ser padres con esas mayúsculas de las que hablas, ya no sólo por ellos, si no por sus hijos, que se merecen tener presente en sus vidas a una madre y a un padre. Por supuesto, hay que hacerlo bien, ofreciéndole lo mejor que pueda uno, tanto de forma de vida, cuidados, como amor, mucho amor. Pero no olvidemos que hay muchas formas de hacerlo bien, no una sola, y eso no se debería utilizar para desacreditar al padre o la madre.
Un saludo
Amen.
Una pena de articulo. Ni siquiera he acabado de leerlo. Totalmente desfasado. Escrito el siglo pasado, quiza estubiese en su contexto, pero creo que la realidad es otra, y cada vez mas padres nos involucramos tanto en la educacion de nuestros hijos como en las labores de la casa y otros menesteres. Una pena….la pregunta quiza fuese otra….cuantas de las madres que van a esas tutorias, a esas clases de ballet, etc, realmente trabajan? Porque no se en la empresa de la persona que ha escrito el articulo, pero en la vida real, es complicado que una madre que trabaje pueda asistir a todos esos eventos comentados, igual que a un hombre….A los que deberiamos poner un monumento es a los abuelos, esos que son los que van a la funcion de teatro de los niños, esos que los recogen del cole, esos que los llevan al parque, esos que les dan la merienda…
En total desacuerdo. Vd. confunde lo que desearía que fuera con lo que ES, al igual que yo lo he confundido muchos años. Gracias por comentar de cualquier modo.
Muy buena respuesta,, pensé igualmente que el articulo era de hace 10 años, nada ha cambiado para la articulista, según ella, como siempre, los hombres son unos holgazanes, unos irresponsables, y las madres… las mejores de este mundo.
Ni todos los padres son malos, ni todas las madres son buenas…
Conozco muchas madres que se esfuerzan todo lo que pueden para compaginar el cuidado de sus hijos, pero, por su trabajo le es imposible hacerlo, trabajando 12 horas diarias y sólo ven a sus hijos cuando toca acostarlos, si, hablo de mujeres en la misma situación que muchos hombres.
Como padre también me gustaría poder estar con mi hija 24 horas al día, pero no es posible, no porque no quiera, porque no puedo, claro que puedo elegir, cuidar de mi hija las 24 horas o trabajar.
Ya está bien de tanto hembrismo, la realidad es otra, cada vez hay padres más comprometidos con sus hijos.
Un saludo.
Hola pues yo me casé con un tipo asi que pena me da ahora cuando leo esto, yo la verdad no lo vi venir, yo no tengo ningun trauma ni me gusta que me abandonen ni que me maltraten ni tampoco lo justifico. El fue mi pareja muchos años y siempre me decia que seria el mejor padre, que haria esto y lo otro y yo le crei. Vaya veia a un bebé y hacia de todo con el, jugaba, reian, le atendia, vaya era capaz totalmente apto para ser padre. Pero no fue asi, a pesar de que es capaz de hacer todo y hacerlo bien incluso mejor que yo cosas como bañarla, darle de comer, atenderle, ponerle a caminar, jugar y todo esto casi nunca esta en casa pues esta «trabajando». Y no es que una sea tonta sino que algunos hombres son mentirosos a mas no poder rayando ya en la perversidad. Yo solo espero que un dia le caiga una puta piedra en la cabeza a este cabron y ya no regrese a casa. Creo que lo tiene bien merecido. Yo por eso decidi ya no tener mas hijos porque no soporto tanta carga para mi sola, ademas trabajo, aporto, etc sencillamente no es justo asi que ya con un solo bebé prefiero quedarme. Saludos!
Quisiera comentar lo que Fran ha dicho. Llevas toda la razón sobre los abuelos y abuelas, un monumento pero de los grandes grandes se merecen y mucho más. Es increíble la dedicación a sus nietos, sus comidas, sus tuppers, sus sonrisas incluso cuando les duele todo…
En cuanto a lo que preguntas, es cierto que hay mamás que no trabajan, al igual que papás, porque los años que estamos viviendo están afectando mucho a mujeres y hombres en cuanto al empleo. Pero incluso a veces, cuando uno está a tope de trabajo, debe sacar tiempo para sus hijos, para involucrarse en todo lo suyo. Es verdad que si uno de los dos en la pareja no trabaja, es inevitable que sea mayor la dedicación a sus hijos… pero hay que hacer un esfuerzo, de la forma que se pueda, para meternos en su día a día, porque los años pasan más rápido de lo que quisiéramos y todos esos momentos se esfuman y los perdemos para siempre y a la vez nuestros hijos no tienen todo eso de nosotros. Se qué suena a charla tipo sermón… pero a mi me pasa… y estoy haciendo un esfuerzo muy grande por dedicarles tiempo. A veces estoy tan cansada después de trabajar todo el día y pensar que tengo que seguir en casa por la noche trabajando que, cuando me piden que les lea un cuento sólo tengo ganas de que se duerman ya… cuando vienen con una nota sobre un trabajo o disfraz que preparar para una festividad me echo a temblar, cuando nos invitan a varios cumples al mes, me pongo las manos en la cabeza porque seguro se nos olvida comprar regalos, cuando consigo sacar tiempo una tarde resulta que es la del día del baile, inglés o teatro, y me toca llevarlas y estar allí esperando en la sala con el pequeño, que no para de cogerlo todo y metérselo en la boca… es agotador… y de mi marido puedo contar lo mismo o más… pero hay que hacerlo, de la forma que uno pueda. Yo sí trabajo realmente, y hasta ahora, aunque como un tetris, lo vamos cuadrando como podemos. Hasta aquí la parte más relacionada con los niños, con lo que ellos necesitan de nosotros y nosotros de ellos…
Totalmente de acuerdo, los hombres estáis cada vez más involucrados tanto en casa como en todo lo relacionado con los niños… yo en baile veo a muchos padres, en el parque, haciendo la compra con los peques. Y eso es genial, y a parte de todo lo bueno que eso es para niños y familia, a mi se me cae la baba cuando veo a un hombre con sus niños, simplemente me encanta. No te ofusques con el artículo porque también es una forma de reivindicar vuestra presencia en cosas en las que, por los motivos que fuese, a lo mejor los hombres están/estaban menos presentes y que, además en caso de divorcio, se utiliza de una forma totalmente despiadada, incluso sin haberle parecido mal a la mujer cuando la pareja estaba bien. A estas mujeres deberían hacerles entender que eso no está bien, no puedes asumir ciertos roles y tareas en la pareja y parecerte bien y cuando decides divorciarte utilizarlo en contra del hombre… eso es jugar sucio, muy sucio… y ahí los abogados tienen mucho que ver, a veces hasta son los que meten ésto dentro del guión de su clienta. No todo vale por tus hijos, porque tus hijos seguramente no querrían que se le hiciese eso a un buen padre. Por supuesto, hablo de buenos padres… los que no lo son, caen por su propio peso, y en muchas ocasiones ni luchan por la custodia compartida o si lo hacen a veces es por herir a su pareja. Hay de todo, tanto en hombres como en mujeres… Es una pena… y una injusticia si un juez se fija en la masa y no se fije en un padre y madre de forma individual para decidir,… por suerte creo que en el ultimo año todo está cambiando. Siento el rollo, es que este tema me sensibiliza mucho.
Un saludo
Un testimonio de primera mano. Un profesor de instituto le pide a su directora que se le conceda el descuento horario «por lactancia» al que por ley tiene derecho. La directora es feminista militante (militancia que, por cierto, pronto sería recompensada con una dirección general en el gobierno autonómico), pero considera que tal petición, viniendo de un padre, sólo puede ser una triquiñuela, y amenaza al profesor con ponerle jornada triple (mañana, tarde y nocturno).
Si esto pasa cuando la jefa es una feminista (que seguro que estuvo en las manifestaciones pidiendo que el descuento «por lactancia» también correspondiera a los varones), imagínate lo que pasará con otros jefes. Y si aquel profesor (funcionario, perfecto conocedor de que la jornada triple es ilegal…, y casado precisamente con una abogada) prefirió dar esta batalla por perdida y renunciar a lo que en justa ley le correspondía, imagínate la situación del empleado de una fábrica que le plantea esta demanda a su jefe (o jefa). En el fondo, en fin, tanto la directora feminista como las/los jefas/es de personal parecen entender que las mamás, las pobres, se lo pasarían mucho mejor en el trabajo, pero no tienen más remedio que hacerse cargo de la pesada labor de estar con sus hijos, en tanto que los padres, los muy caraduras, lo que quieren es irse a jugar con los críos para escaquearse del trabajo.
En otro orden de cosas, en un país como España, en caso de separación la custodia practicamente siempre se entrega a la madre, con total independencia del nivel de implicación que el padre previamente tuviera en la educación. Esto quiere decir que, si una mujer decide centrarse en la crianza de los hijos y descuidar su vida profesional, tiene la seguridad de que en caso de divorcio va a recibir una compensación por ello. Por el contrario, si un hombre decide centrarse en la crianza de los hijos y descuidar su vida profesional, en caso de divorcio no sólo se va a quedar sin los hijos, sino que va a verse igualmente condenado a pagar unas pensiones a las que le será mucho más gravoso hacer frente si ha descuidado su vida profesional. En estas circunstancias, mal que nos pese, la opción más racional, tanto para el padre como, sobre todo, para la madre, es que sea ella la que se concentre en la crianza y él se convierta en «proveedor». Y digo que es la más racional «sobre todo, para la madre», porque ellas, de una forma u otra, son conscientes de que lo que les conviene es que el varón sea lo más exitoso posible en su trabajo, pues, en última instancia, es ella y la prole la principal beneficiaria.
Y he aquí un buen ejemplo de qué es lo que le espera al varón que se atreva a creerse eso de que el feminismo está aquí para defender la «igualdad» de ambos sexos y de que ya han llegado los tiempos de cambiar los superados roles tradicionales:
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La policía saca del domicilio al padre separado y amo de casa de Palencia
(El País 12-marzo-1996)
http://elpais.com/diario/1996/03/12/sociedad/826585221_850215.html
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Juan Carlos Urbón estaba ayer por la mañana dando el desayuno a su hijo pequeño de cinco años y preparando a los mayores para llevarlos al colegio, como cada mañana, cuando llamaron a la puerta de su casa. Era la policía. Entraron y prácticamente le arrancaron por la fuerza de¡ domicilio para llevárselo a la comisaría, sin explicaciones. Sus hijos, de 5, 9, 11 y 14 años, presenciaron la escena.
Una juez sustituta dictó la sentencia de separación de Urbón y su mujer, el pasado mes de enero, en la que concedía la custodia de los cuatro niños a la madre y condenaba al padre a abandonar el hogar. Éste está indignado. «Estoy sufriendo una gran discriminación, a cualquier mujer en mi lugar, que haya sido ama de casa durante ocho años, se le daría la custodia de los niños y además una pensión compensatoria. Yo lo que quiero, ante todo, es tener a mis hijos», dice el padre.Cuando vió a la policía entrar en su dormitorio les pidió explicaciones y quiso llamar a su abogado, cuenta Urbón. No se lo permitieron. Después de obligarle a salir de su casa, la policía le llevó a la comisaría, le tomaron las huellas dactilares y le ficharon «por desobedecer de modo verbal, aunque yo lo que realmente he hecho ha sido preguntar, porque no entendía nada y no puedes dejar que te lleven de tu casa, así, por las buenas», añade.
Juan Carlos Urbón tiene 38 años, igual que su mujer, y es licenciado en pedagogía, igual que su mujer. Cuando se casaron, ella sacó una plaza en la Universidad de Valladolid como profesora de Música «y como yo no encontraba trabajo decidimos por mútuo acuerdo que yo haría de amo de casa», cuenta Urbón. Pero tras más de 14 años de casados, ella decidió pedirle la separación.
«El viernes me llamó Juan Carlos para preguntarme qué hacía y le dije que estábamos esperando a que le llegara el requerimiento judicial comunicándole que tenía que abandonar su casa», cuenta Antonio Luis Vázquez Delgado, abogado de Urbón. «Pero lo que ha pasado ha sido increíble, desproporcinado». Urbón cuenta que los propios policías «estaban violentos cuando me fueron a buscar, y decían que ellos tenían que cumplir con su deber pero que nunca habían hecho nada similar…».
Tras salir la sentencia, Urbón la recurrió y, hasta ver el resultado, su mujer pidió a la juez la ejecución provisional de la sentencia, para que obligara a su marido a abandonar el hogar lo antes posible. Finalmente, la juez dictó la ejecución, a pesar de que «la ley dice que no se puede ejecutar provisionalmente una sentencia en este tipo de casos, pero la juez ha dicho que la separación no afecta al estado civil de la persona, lo que es incomprensible», señala Vázquez Delgado.
Diversas asociaciones de padres separados han manifestado su indignación ante esta sentencia que consideran «discriminatoria». Ramón Pastor, presidente de la Federación Española de Padres Separados (integrada por padres y madres), opina que es una sentencia «machista e hipócrita». «Es increíble cómo algunos jueces siguen teniendo el concepto de que la mujer puede vivir sin trabajar fuera de casa y que el hombre no».
La juez sustituta que instruía el caso dictó la orden judicial la pasada semana para que la Policía obligara a Urbón a salir de su casa, «sin mandar previamente un requerimiento judicial dándole un plazo para que abandonara el hogar con sus cosas, que es lo que se hace normalmente», se fíala el abogado de Urbón.
«La juez abandonó precisa mente ayer sus funciones en el juzgado de Palencia, al acabar su sustitución. Y esto ha sido una revancha», dice Urbón. «Muchos le han oído decir que me iba a sacar de mi casa como fuera, que estaba molesta por que yo he sacado su nombre repetidas veces en los medios de comunicación. Tenía mucha prisa por sacarme de casa y se ha saltado los pasos intermedios».
Urbón estaba ayer consternado, tras salir del juzgado. Sólo pensaba en ver a sus hijos. «Mi mujer se ha mostrado siempre encantada de que me quedara haciendo las tareas del hogar ‘ aunque ahora lo niegue, mientras ella se dedica ba a su profesión y viajaba». «Sólo pido que me traten como a un amo de casa más, que ha contribuido al matrimonio con su trabajo en el hogar», dice Urbón. Este padre durmió anoche, por primera vez, en un albergue de la beneficencia.
Magnífico…