COSTWOLDS

  1. Hay que intentar llevar una vida monótona, una rutina exigente, horarios prácticamente esclavos e inamovibles. La vida sin rutina es de gente disoluta, las personas sin auto disciplina están a merced del entorno y no creo tener que explicarte que eso no es lo óptimo.
  2. Esto incluye levantarse pronto, comer pronto, cenar pronto e irse a la cama pronto.
  3. Los fines de semana y las vacaciones son épocas de sufrimiento que hay que sobrellevar como podamos. El lunes llega inexorable y, con él, la bella sinfonía del tráfico rodado.
  4. Hay que dormir bastante, entre ocho y nueve horas. Un cuerpo descansado es una mente feliz. Un cuerpo cansado piensa chorradas, una tras otra. De las chorradas salen conclusiones y de las conclusiones actuaciones, por supuesto también erróneas. Es el bucle de la química de tu cerebro.
  5. Es indispensable trabajar, óptimamente para ti, si no para otro. Pero trabajar. No es porque el trabajo dignifique al hombre, sino porque el trabajo implica servir a los demás a través de tus talentos y capacidades, y eso es obligatorio si quieres vivir feliz. No eres un gato siamés.
  6. Vivir solo es un poco triste, pero es mucho más triste vivir mal acompañado. La soledad, así, no siempre es ausencia de amor; muchas veces debe ser entendida ausencia de problemas. No te compares con situaciones idílicas que rara vez se dan sino con las situaciones horribles que sí que suelen darse.
  7. Además, nunca estás sola: Dios está siempre contigo, delante, detrás, dentro y enfrente. Si estás sola debes entenderlo como un regalo que Dios te da para evitarte problemas que no tendrías si no estuvieras sola. El tiempo se desdobla constantemente y debes confiar en que esta es la mejor opción dentro de las posibles. El resto de dimensiones temporales están siendo peores. Pero tu conciencia está en esta y no en otra. Bueno, ya lo entenderás.
  8. No obstante, si no estás sola, mejor. En ese caso, no te entregues al amor como estación de llegada sino de salida. El amor entendido como diversión y placer es la mayor fuente de problemas de la historia de la humanidad, porque ese amor se acaba, pero sus consecuencias no. El amor es una excusa que la biología nos da como plataforma para hacer lo que debemos: trabajar, cuidar de nuestros hijos, conservar lo que nos ha sido dado, hacerlo crecer, sobrevivir, dar testimonio, ver ganar copas de Europa al Madrid.
  9. Tu confianza en tu razón e inteligencia debe ser limitada, puesto que tu cerebro es extremadamente limitado para conocer la verdad y sus leyes. Somos poco más que un cachorro de mastín. De tu razón saldrán solo conclusiones. Las conclusiones unidas de toda la historia de la humanidad se llaman ‘tradición’, y es la mayor fuente de conocimiento. Mucho más que tu razón, que tu inteligencia. Es de inteligentes saberse limitado. Es de genios aprender de los demás. Es de idiotas contraponer tradición a razón.
  10. Los jóvenes, sin experiencia, y precisamente por ello, deberían ser conservadores. Si no sabes, conserva.
  1. Los mayores, con experiencia, y precisamente por ello, deberían ser conservadores. Si sabes, conserva.
  2. Los climas apacibles, soleados, calientes no crean grandes genios ni sociedades prósperas. La prosperidad económica e intelectual devienen de los climas nublados. Te espero en los Cotswolds.
  3. Ya sé que hay excepciones, como por ejemplo tú, que, a pesar de haber nacido en el país del sol, vas a ser la leche gracias, entre otras cosas, a que te sabes el truco.
  4. La vida es una carrera de relevos cuyo testigo es el ADN. Eres el destino de la lucha de todas las generaciones que te han precedido. Eso debe servirte para respetar la historia, que debes conocer, pero también para saber que debes poner todo tu esfuerzo en pasar el testigo de la mejor manera posible a quien venga detrás. Eso es todo.
  5. Tus expectativas vienen dadas por la gente de la que te rodeas. Si te rodeas de mediocridad, vulgaridad y conformismo, eso es lo que tendrás. Si te rodeas de belleza, grandeza, superación y heroísmo, te convertirás en lo que ya eras desde un principio. Mira, te invito a un vino cuando quieras y te lo explico todo punto por punto. Pero no lo dejes, que se me hace tarde.

 

(Consejos para una hija I, aquí)

(Consejos para una hija II, aquí)

(Consejos para una hija III, aquí)

Anuncio publicitario